Lo de domingo es muy importante, ya que nos impide aprovisionarnos en los supermercados, así que ... toca gastar
El día empezó mal, y no por nada relacionado con las bicis, ni con el equipaje, ni siquiera es que hubiésemos dormido mal, o no tuviésemos comida para el desayuno (ya he dicho que hacíamos tostadas con la sandwichera celíaca), el caso es que al salir de Ayegui nos encontramos las conocidas bodegas Irache, que por bondad (lo dudo) o publicidad (será eso) tienen una fuente de vino y agua para los peregrinos. Así que a falta de un sol y sombra, tan típico, para empezar el día, un vinito no está mal. Pero ... vaya sorpresa, o vaya fraude , o vaya por dios, pero los domingos no hay vino, supongo que por ser el día del señor, el único válido es el de la misa, y claro, haciendo el camino, tiempo, lo que se dice mucho tiempo, para ir a homilías pues el justito. Así que con la desilusión ni una foto hice (la de abajo no es mía).

Pasamos por Logroño, que es bonito, pero con poco tiempo, lo justo para tomar unas gominolas y volver a arrancar. El sol era de justicia, y como Migueloncio estuvo todo el tiempo dándonos la paliza, la etapa matutina la hicimos un poco larga para llegar a Nájera, que mal no está, y sobretodo por la comilona, siesta y baño en la piscina pública, que nos sentó de maravilla. Muy pijolis nosotros!
La cara de destrozados de estos dos es digna de un fotógrafo mejor, pero ... (sí, era yo el de la cámara!)
Adivinanza, en la foto, la cara de Luís es antes o después de zamparse medio pollo en Nájera? Pista, Luís no es el del torito. Ni la pelirroja.
Después de la siesta, de dejar la grasilla de la cadena por la piscina (la Egpa ya se manchaba antes de montar en la bici, de echo, se rumorea que tiene una disfunción psicológica y se debe a su empatía por los negros, con preferencia por los de Lyon), de camino a Santo Domingo de la Calzada, por un camino que era una pasada de bonico. En dos etapas el paisaje cambió mucho, pero de manera tan pausada que no recuerdo donde dejamos de ver las vides, o donde se transformaron los olivos de un pié en los de tres, y estos en cereal.
Adivinanza, en la foto, la cara de Luís es antes o después de zamparse medio pollo en Nájera? Pista, Luís no es el del torito. Ni la pelirroja.
Después de la siesta, de dejar la grasilla de la cadena por la piscina (la Egpa ya se manchaba antes de montar en la bici, de echo, se rumorea que tiene una disfunción psicológica y se debe a su empatía por los negros, con preferencia por los de Lyon), de camino a Santo Domingo de la Calzada, por un camino que era una pasada de bonico. En dos etapas el paisaje cambió mucho, pero de manera tan pausada que no recuerdo donde dejamos de ver las vides, o donde se transformaron los olivos de un pié en los de tres, y estos en cereal.
Merecido descanso después de tremendas cuestas.
Al final llegamos a Santo Domingo, y como no había sitio en ningun albergue, ni en el suelo, y en la calle empezaba a refrescar y no era plan de hacer lo de Niza, y tamopco hay enchufes públicos para la tostadora nos fuímos a una pensión, con dos camas indivuales, y una doble, y nosotros que éramos 5, así que toco sortearlas. Yo como más viejuno, hice las papeletas, y para demostrar mi profesionalidad e imparcialidad, y lo poco tramposo o pillo que soy, cogí la última y ... me toco dormir en el suelo.
Así que ni vino ni cama. Pero muchas risas.
Así que ni vino ni cama. Pero muchas risas.
2 comentarios:
m gusta!!!cuando vienes a madrid??si eso mañaana t yamo q ya e visto q mas yamao ants.staba sobao y/o/u inoperativo.....creo q deberías acer un capítulo aparte pa contar lo d las sartenadas q ns metimos entre pecho y spalda en sto. domingo....jeje
ei migueloncio!!!!! moitas grazas, mandeiche un correo coa miña axenda, hehe, teño ganas de verte!!
apertas
haré la entrada sobre las sartenadas, pero estoy pensando en como
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