Pocos gestos me duelen tanto y tienen tanto significado.
Lejos de ser un acto inconsciente y poco reflexivo, me supone un reto moral importante. Me obliga a examinarme, a saber lo qué soy, lo qué busco y cómo conseguirlo.
Me obliga a pensar si mi heterodoxia es correcta. ¿Acaso puedo hacer excepciones? y si las hago, ¿acabarán por ser norma?
Cuando a un mendigo no le doy limosna, no lo hago por desprecio, todo lo contrario. Me duele mirarle a los hojos y decirle que no. Pero ¿porqué a él sí, y a otro no? ¿Cuál es su mérito? ¿Merece acaso más una limosna un artista callejero que una pobre persona que no puede ni siquiera caminar? ¿Cuál es el criterio a seguir?
Lejos de ser un acto inconsciente y poco reflexivo, me supone un reto moral importante. Me obliga a examinarme, a saber lo qué soy, lo qué busco y cómo conseguirlo.
Me obliga a pensar si mi heterodoxia es correcta. ¿Acaso puedo hacer excepciones? y si las hago, ¿acabarán por ser norma?
Cuando a un mendigo no le doy limosna, no lo hago por desprecio, todo lo contrario. Me duele mirarle a los hojos y decirle que no. Pero ¿porqué a él sí, y a otro no? ¿Cuál es su mérito? ¿Merece acaso más una limosna un artista callejero que una pobre persona que no puede ni siquiera caminar? ¿Cuál es el criterio a seguir?
Tres son las posibilidades.
1.- Darle sólo a algunos, pues mi dinero es limitado. ¿Pero a cuáles?
2.- Darle a todos, lo que es imposible.
3.- No darle a ninguno.
Esta es la opción que yo tomo, porque creo que debe ser el Estado el que gestione nuestros impuestos para evitar que haya personas que se vean obligadas a pedir. Pero no estoy seguro, cada vez que veo una gorra temblando, que escucho una melodía en el metro o un cajero ocupado por la noche ... dudo.
2 comentarios:
cien por cien de acuerdo, nos vemos en breve!
A verdade é que é dificil pasar por diante dunha situación así e non facer nada, pero o certo é que non somos nos os que temos que actúar senon o estado.
Tamén é certo que son moitas as persoas nesta situación e poucos os recursos... so espero que chegue o dia en que ninguén durma na rúa.
Biquiñossssssssss dende a Galiza
Publicar un comentario