Le Petit Prince

Lembras cando de pequenos pensabamos que era unha casa no medio do mar?

A pesares da auga xeada non tiñamos forza para regresar á lancha, o mundo que nos esperaba entre as rochas e as algas era tan marabilloso que o frío non supoñía un problema. Cánto recordo os últimos baños ao anoitecer, semellaban ser unha maneira de olvidar os momentos tristes que tivemos este verán. Cando estás no medio da ría, o sol se escorrega no horizonte e Venus lle fai as beiras á lúa, daste contas que non hai problema sen solución. E que o que non ten solución non é un problema, é pasado.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Gestos

Pocos gestos me duelen tanto y tienen tanto significado.

Lejos de ser un acto inconsciente y poco reflexivo, me supone un reto moral importante. Me obliga a examinarme, a saber lo qué soy, lo qué busco y cómo conseguirlo.
Me obliga a pensar si mi heterodoxia es correcta. ¿Acaso puedo hacer excepciones? y si las hago, ¿acabarán por ser norma?
Cuando a un mendigo no le doy limosna, no lo hago por desprecio, todo lo contrario. Me duele mirarle a los hojos y decirle que no. Pero ¿porqué a él sí, y a otro no? ¿Cuál es su mérito? ¿Merece acaso más una limosna un artista callejero que una pobre persona que no puede ni siquiera caminar? ¿Cuál es el criterio a seguir?

Tres son las posibilidades.

1.- Darle sólo a algunos, pues mi dinero es limitado. ¿Pero a cuáles?
2.- Darle a todos, lo que es imposible.
3.- No darle a ninguno.

Esta es la opción que yo tomo, porque creo que debe ser el Estado el que gestione nuestros impuestos para evitar que haya personas que se vean obligadas a pedir. Pero no estoy seguro, cada vez que veo una gorra temblando, que escucho una melodía en el metro o un cajero ocupado por la noche ... dudo.

2 comentarios:

ton dijo...

cien por cien de acuerdo, nos vemos en breve!

Anónimo dijo...

A verdade é que é dificil pasar por diante dunha situación así e non facer nada, pero o certo é que non somos nos os que temos que actúar senon o estado.
Tamén é certo que son moitas as persoas nesta situación e poucos os recursos... so espero que chegue o dia en que ninguén durma na rúa.
Biquiñossssssssss dende a Galiza